Pensamientos

"...Vivir es maravilloso..."

jueves, 23 de septiembre de 2010

Bajo la primera Luna de Otoño (Historia 1)

Historia 1

La noche era húmeda, acababa de llover. Durante la tarde hubo breves momentos donde la lluvia se detuvo pero a los pocos minutos volvía a caer; pareciera que solamente estaba "tomando aire" para continuar cayendo.

Ella había salido de su casa con sus audífonos puestos y una sudadera bastante gruesa para poder evitar sentir esa falta de calor que la gente llama frío. Camino hacia el parque que se encuentra justo frente de su casa, cruzando la calle; es relativamente pequeño, tiene dos canchas de baloncesto que están rodeadas por áreas verdes, se encuentran en desnivel; hacia arriba por lo que al filo de la primera cancha te puedes sentar para mirar la cancha de abajo a una altera digna de grada profesional. El borde de las canchas era de piedra grande, esa piedra rosa que tiene un arreglo geométrico muy peculiar.

Se sentó, encendió su Mp3 y miro al cielo.

-Una estrella...- susurró.

La leve brisa hacia sonrojar las mejillas y la punta de la nariz de la joven; rondaba al rededor de los 25 años.

El ruido de las llantas sobre el pavimento roto y mojado se escuchó pasar de por donde ella venia. Nada que la hiciera voltear y dejar de ver el cielo. En aquel cielo las nubes como vapor de una olla de agua hirviendo se iban disipando poco a poco, se lograba ver la hermosa primer luna de Otoño. Todavía no era Octubre pero ya comenzaban a verse las hermosas lunas de este mes.

-Luna llena...- susurró.

La música, en un ambiente tan silencioso como en el que ella estaba, se fugaba levemente de sus oídos y se podía escuchar en las cercanías de ella. Sus tenis eran un ir y venir, sus brazos cruzados acurrucados entre sus piernas hacían resaltar cierta presión en su pecho.

Su nariz ya estaba roja al igual que sus mejillas, al suspirar el aire caliente que salia por sus labios se convertía en un vapor que era perceptible al ojo humano. Sus cabellos se mecían suavemente para acariciarle el rostro y obstruir celosamente su vista. Retiraba su mano de entre sus piernas y con un gesto muy natural se acomodaba el cabello detrás de su oreja.

Una sonrisa y un deseo. Un aire travieso acaricia su rostro y su cabello, mientras ella cierra lentamente los ojos, sonríe y levanta el rostro al cielo: -Te quiero conocer-


Unos arbustos detrás de ella terminan agitándose y un cuerpo cae desde sus espaldas hacia el frente, ella no se da cuenta, está ocupada viendo la primer luna de esta estación del año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario