Pensamientos

"...Vivir es maravilloso..."

jueves, 15 de julio de 2010

Lo que él le iba a mencionar a ella

Ciertamente no recuerdo que le iba a mencionar ese dia, es verdad, no recuerdo las palabras que quería decirle.

Ese día me levante muy temprano, el despertador sonó con ese sonido tan conocido y molesto que todos lo días mata el sueño de cuantos lo usamos para levantarnos. Lo apagué, me levanté; me puse un 'pants' y una playera blanca; salí a correr.

Aquella mañana parecía "la mañana para correr". Había llovido toda la noche hasta cierta hora exacta para que no quedara inundado el parque sino que solamente se sintiera el "fresco" de la mañana, esa brisa fría y húmeda que hace sentirse a uno más vivo, el aire acaricia nuestra piel y nos despierta alegremente, nos da mayor vida al respirarlo y al exhalarlo parece que se lleva todo ese smog que inhalamos todos los dias.


Fue ahí cuando la vi pasar. Corría en dirección contraria a la mía, lucia hermosa. El aire atravesaba dulcemente sus cabellos, los ondea libremente. Su cabello tenía un tono rojizo oscuro que en conjunto con sus coquetas pecas de la cara y su claro tono de piel la hacian verse espectacular. Su cuerpo bien detallado por el short de licra, una sudadera ajustada pero coquetamente abierta para enseñar el blanco color de su piel la hacian aun verse más espectacular. Era un espectáculo de mujer y yo, yo estaba en primera fila.

Me vió, la miré. Me sonrió y sentí como mi cara se ponía mas roja que un jitomate. Pasamos de largo.

Todo el día estuve pensando en ella, en el desayuno, en la ducha, en el camión, en el trabajo, en el camión de regreso, en la cena, en la cama y en mis sueños. Había quedado impactado, fuera de mi. Al día siguiente repetí mi rutina con la ilusión de volverla a ver.

Fue ese día cuando no la vi pasar; aún así pensé en ella durante todo el dia.

Al día siguiente mientras llegaba al parque fue pensando varias maneras con las cuales comenzar una plática con ella, la verdad pensé todas las formas posibles que se me ocurrieron para comenzar una conversación. 

-Hola, ¿Me ayudas con mis estiramientos?-
-Sí, claro-
-Soy Sara, ¿y tu?-
-Sergio, mucho gusto-


Al pasar el rato no recordé ni una sola palabra de todas aquellas suposiciones que hice en mi mente para empezar la conversación, seguramente porque nunca pensé que ella llegaría de esa manera a hablar conmigo. Durante todo el día pensé y pensé en lo sucedido y trate de buscar una manera de sostener alguna platica de más de dos oraciones.

Al tercer día llegue al parque, la vi haciendo sus estiramientos y me acerque. Me quedé callado y no pude decir nada.

-¿Hola?, ¿No me vas a decir algo?
-La verdad, no recuerdo que te iba a decir-

Aún despues de tantos años de casados no recuerdo realmente que le iba a decir en ese momento pero hay algo que realmente no olvido decirle todos los días que vamos al parque por las mañanas:

-¿Te ayudo con tus estiramientos?-

1 comentario:

  1. -¿Te ayudo con tus estiramientos?- esto ultimo me sono a albur jaja, muy buena entrada

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