Pensamientos

"...Vivir es maravilloso..."

martes, 12 de octubre de 2010

El olor del amor

El olor del amor

Ella tenia 15 años, yo tenía 11. Nunca había conocido esa palabra que llaman amor, de hecho tal vez con el tiempo supe que eso era.

Puedo enorgullecerme de tener uno de los mejores olfatos que haya conocido, desde que era niño.Es por eso que al recordar aquel día el olor invade mi memoria. Ese día iba saliendo de mi casa rumbo a la escuela, yo ya era un chico grande iba en 6to de primaria e iba a entrar a la secundaria en menos de medio año pero algo que siempre he tenido es que sido muy olvidadizo razón por la cual siempre me detenía durante el trayecto hacia la escuela para verificar que trajera en la mochila todo lo que debía llevar. En ese momento me percate del olor mas dulce que hubiera imaginado en mi vida, olía ciertamente a flores pero con una dulzura que me hacia sonreír.

Inhale aire con tranquilidad, me levante y suspiré.

-¿Estás bien niño?- Una dulce voz se dirigía hacia mi.

Giré rápidamente hacia atrás y vi una chica, linda, muy linda; me percaté al instante que el olor provenía de ella y me puse rojo, rojo como un jitomate.

-¿¡Que te pasa niño, seguro que estas bien!?- Se acercó rápidamente y con su mano tocó mi frente, el olor se hizo mas fuerte, sonreí y me desmaye.

Lo siguiente que recuerdo es un chorro de agua fría. Si ciertamente no fue la mejor manera pero fue la manera que ella escogió para despertarme. 

-¡AH!- Un suspiro y las manos hacia la cara para secarme.

-¡¿Niño estas bien?!- me preguntaba la chica - Te acabas de desmayar y no te despertabas, así que decidí echarte agua.

-...Si... estoy bien- después de medio secarme la cara me reincorporé y por un momento parecía yo más grande, de estatura, que ella debido a que se encontraba en cuclillas frente a mi. El olor seguía siendo envolventemente dulce.

-Hueles muy rico- dije sin miramientos, la verdad aun no entiendo como pude decirlo así tal cual lo pensé.

A la chica se le sonrojaron las mejillas levemente y se levantó. Media unos 20 o tal ves 30 cm más que yo.

-Que niño tan dulce- me sacudió el cabello - ¿No tienes que ir a la escuela?

-¿Como sabes que voy a ir a la escuela?- pregunte con una mirada inquisidora

-Pues porque traemos el uniforme de la misma escuela bueno, tu el de primaria-

En ese entonces fue cuando me percaté de aquella verdad, ella traía el uniforme de la misma escuela que yo, solo que su uniforme era de secundaria, la falda era mas corta que en primaria y no llevaba el saco que teníamos en primaria, ademas del escudo que decía "Escuela Secundaria Roble" y no "Escuela Primaria Roble".

Nos acompañamos ese día a la escuela. Y los que quedaron del año escolar.

Ella se fue a estudiar a una vocacional, era muy inteligente y quería estudiar una ingeniería en electrónica. Yo, decidí también ser un ingeniero. A pesar de mis problemas con las matemáticas y la decisión de mis padres de ser abogado como dictamina la tradición familiar.

-¿ Cuídate mucho niño, ok? - Nunca dejo de decirme niño.

-Claro que sí, tu también- Se despidió de mi con un beso en la mejilla y antes de que se fuera le grite: ¡No me olvides niña que huele rico!

Sonrió y se fue. Tenía que vivir cerca de la vocacional porque hacia demasiado tiempo desde su casa hasta allá. Pasé los años de mi secundaria pensando en ella y en mi objetivo de también ser ingeniero. Llegué a la vocacional de la misma manera que ella. Viví por los mismos apartamentos que quedaban cerca y eran rentados la mayoría por estudiantes. Puedo decir que viví cerca del que supongo fue su apartamento, el olor era inconfundible. 

No la pude ver más que una vez. La olí muchas otras y supuse que algún día nos encontraríamos pero no fue así hasta que, un día, de camino a clases, a finales de mi primer año de vocacional y cerca de cumplir los 16, regresé corriendo al departamento por unas notas que había olvidado y al subir las escaleras mientras abría mi mochila para sacar las llaves tropeze con ella. El olor era inconfundible pero aquella linda niña ya era una hermosa joven de 20 años y quede igual de pasmado que la primera vez.

Extendí la mano -¿Estás bien?- le pregunte.

-Sí, estoy bien, gracias....- volteo a ver mi rostro y dijo- niño.

La felicidad flaqueo mis piernas y al apoyarse en mi mano hizo que me cayera sobre ella, definitivamente sentí que ya no era una niña sino una joven bella.

Me levante todo apenado y ayude a ella a levantarse. 

-Tengo hambre, lo menos que puedes hacer por tirarme es invitarme algo de comer- 

-Claro, no hay problema- asentí muy feliz

Salimos de los departamentos, caminamos y fuimos a la cafetería de la vocacional. Platicamos mucho.

Al pasar las horas me dijo que se tenia que ir, había conseguido una beca para estudiar en el extranjero y pasó a despedirse de una profesora que le ayudó mucho en la vocacional y durante los primeros años de la carrera, ella se iba a ir en 2 años, justo al terminar.

Se levantó y me preguntó - ¿Todavía huelo rico? - acercó su cuello hacia mi rostro. Me puse bastante nervioso pero como aquel niño de 11 años una vez le dijo, le contesté:

-Hueles muy rico-

Me dio un beso y me deseo suerte. Yo le desee la misma suerte y le dije antes de irse:

-Si sigues oliendo rico te alcanzaré a donde vayas-

Hoy, voy en avión hacia el extranjero y cuando me preguntan el porqué decidí este camino yo les contesto: porque huele muy rico el amor.

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